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lunes, 11 de abril de 2016

DEL MATRIMONIO

1) Naturaleza del sacramento del Matrimonio

¿Qué es el sacramento del Matrimonio?
- El Matrimonio es un sacramento instituido por nuestro Señor Jesucristo, que establece una santa e indisoluble unión entre el hombre y la mujer y les da gracia para amarse uno a otro santamente y educar cristianamente a los hijos.

¿Por quién fue instituido el Matrimonio?
- El matrimonio fue instituido por el mismo Dios en el paraíso terrenal y en el Nuevo Testamento fue elevado por Jesucristo a la dignidad de sacramento.

¿Tiene alguna particular significación el sacramento del Matrimonio?
- El sacramento del Matrimonio significa la indisoluble unión de Jesucristo con la santa Iglesia, su esposa y madre nuestra amantísima.

¿Por qué se dice que el vínculo del matrimonio es indisoluble?
- Se dice que el vínculo del matrimonio es indisoluble o que, no puede desatarse si no es por la muerte de uno de los cónyuges, porque así lo estableció Dios desde el principio y así lo proclamó solemnemente nuestro Señor Jesucristo

En el matrimonio cristiano, ¿puede el contrato separarse del sacramento?
- No, señor; en el matrimonio entre cristianos el contrato no puede separarse del sacramento, porque para ellos no es otra cosa el matrimonio que el mismo contrato natural elevado por Jesucristo a la dignidad de sacramento.

¿No puede, por consiguiente, entre cristianos haber verdadero matrimonio que no sea sacramento?
- Entre cristianos no puede haber verdadero matrimonio que no sea sacramento.

¿Qué efectos produce el sacramento del Matrimonio?
- El sacramento del Matrimonio:
1°, acrecienta la gracia santificante;
2°, confiere gracia especial para cumplir todos los deberes matrimoniales.

2) Ministros, rito y disposiciones

¿Cuáles son los ministros de este sacramento?
- Los ministros de este sacramento son los mismos esposos, los cuales recíprocamente confieren y reciben el sacramento.

¿De qué manera se administra este sacramento?
- Este sacramento, como conserva la naturaleza del contrato, se administra por los mismos contrayentes con declarar en presencia de su párroco o del sacerdote a quien él delegare y de dos testigos, que se unen en matrimonio.

¿De qué sirve, pues, la bendición que da el párroco a los desposados?
- La bendición que da el párroco a los desposados no es necesaria para constituir el sacramento, pero sirve para sancionar la unión de los mismos en nombre de la Iglesia y para atraer sobre ellos más copiosamente las bendiciones de Dios.

¿Qué intención ha de tener quien contrae matrimonio?
- Quien contrae matrimonio ha de tener intención:
1° de hacer la voluntad de Dios que le llama a tal estado;
2°, de procurar en él la santificación de su propia alma;
3°, de educar cristianamente a los hijos, si Dios se los diere.

¿Cómo se dispondrán los novios para recibir con fruto el sacramento del Matrimonio?
- Los novios, para recibir con fruto el sacramento del Matrimonio:
1°, han de encomendarse de corazón a Dios para conocer su voluntad y alcanzar de Él las gracias necesarias en tal estado;
2°, han de consultar a sus respectivos padres antes de hacer ninguna promesa, como lo exige la obediencia y respeto que se les debe;
3°, han de prepararse con una buena confesión, y aun general de toda su vida, si fuera menester;
4°, deben apartarse de toda peligrosa familiaridad en el trato mutuo, ya de palabra, ya de obra.

¿Cuáles son las principales obligaciones de los casados?
- Las principales obligaciones de los casados son:
1º, guardar inviolablemente la fidelidad conyugal y portarse siempre y en todo cristianamente;
2º, amarse uno a otro, soportarse con paciencia y vivir en paz y concordia;
3º, si tienen hijos, pensar seriamente en proveerlos de lo necesario, darles cristiana educación y dejarles en libertad de escoger el estado a que Dios los llamare.

3) Condiciones e impedimentos

¿Qué es necesario para contraer VÁLIDAMENTE el matrimonio cristiano?
- Para contraer válidamente el matrimonio cristiano es necesario estar libre de todo impedimento dirimente del matrimonio y dar libremente su consentimiento al contrato matrimonial delante del propio párroco o del Ordinario del lugar o de un sacerdote delegado por alguno de los dos, y ante dos testigos, por lo menos.

¿Qué es necesario para contraer LÍCITAMENTE el matrimonio cristiano?
- Para contraer lícitamente el matrimonio cristiano es necesario estar libre de los impedimentos impedientes del matrimonio, saber las cosas principales de la religión y hallarse en estado de gracia;, de otra manera se cometería un sacrilegio.

¿Qué son los impedimentos del matrimonio?
- Los impedimentos del matrimonio son ciertas circunstancias que hacen el matrimonio o inválido o ilícito. En el primer caso se dicen impedimentos dirimentes; en el segundo, impedimentos impedientes.

Trae algún ejemplo de impedimento DIRIMENTE.
- Impedimentos dirimentes son, por ejemplo, la consanguinidad hasta el tercer grado inclusive, el parentesco espiritual proveniente del Bautismo, el voto solemne de castidad, la disparidad de cultos, etc.

Decidme algún ejemplo de impedimento IMPEDIENTE.
- Impedimentos impedientes son, por ejemplo, la diversidad de Religión entre bautizados, el voto simple de castidad, etc.

¿Están obligados los fieles a manifestar a la autoridad eclesiástica los impedimentos del matrimonio que conocen?
- Los fieles están obligados a manifestar a la autoridad eclesiástica los impedimentos del matrimonio que conocen, y por esta causa publican los párrocos las amonestaciones o proclamas.

¿Quién tiene potestad de establecer impedimentos matrimoniales, de dispensar de ellos y de juzgar de la validez del matrimonio cristiano?
- Sólo la Iglesia tiene potestad de poner impedimentos y de juzgar de la validez del matrimonió entre cristianos, así como sólo la Iglesia puede dispensar de los impedimentos que ella ha puesto.

¿Por qué sólo la Iglesia tiene potestad de poner impedimentos y de juzgar de la validez del matrimonio?
- Sólo la Iglesia tiene potestad de poner impedimentos, de juzgar de la validez del matrimonio y de dispensar de los impedimentos que ella ha puesto porque, como en el matrimonio cristiano no puede el contrato separarse del sacramento, aun el contrato cae bajo la potestad de la Iglesia que es la única que recibió de Jesucristo el derecho de legislar y decidir en cosas sagrada.

¿Puede la autoridad civil desatar, con el divorcio, el vínculo del matrimonio cristiano?
- No, señor; la autoridad civil no puede desatar el vínculo del matrimonio cristiano, porque no tiene poder para entremeterse en materia de sacramentos ni separar lo que Dios juntó.

¿Qué es lo que llaman matrimonio civil?
- Lo que llaman matrimonio civil no es más que una formalidad prescrita por la ley a fin de dar y asegurar los efectos civiles a los casados y a sus hijos.

¿Basta para un cristiano el matrimonio o contrato civil?
- Para un cristiano no basta el contrato civil, porque no es sacramento, y, por consiguiente, no es verdadero matrimonio.

¿En qué condiciones se hallan los esposos que viven unidos sin haber contraído más que el matrimonio civil?
- Los esposos que viven unidos sin haber contraído más que el matrimonio civil se hallan en estado de continuo pecado mortal, y su unión será siempre ilegítima delante de Dios y de la Iglesia.

¿Debe también celebrarse el matrimonio civil?
-Donde la ley exija la ceremonia del que llaman matrimonio civil, debe celebrarse; pues aunque no sea sacramento ni matrimonio entre cristianos, sirve para asegurar a los contrayentes y a sus hijos los efectos civiles de la sociedad conyugal, y por esto la autoridad eclesiástica, por regla general, no permite el matrimonio religioso sin el cumplimiento de los actos prescritos por la ley civil.


 

lunes, 4 de abril de 2016

La crisis de la sociedad moderna y la necesidad de una madre educadora


I. Introducción
 
La sociedad actual es una sociedad que marcha hacia una planificación universal, hacia un proselitismo mundial en una mezcla de confusión de todas las ideas, de todas las religiones, una sociedad mundial sin fronteras, sin Iglesia y pueblo, sin jerarquía, sin otros valores que los inferiores del sexo y el dinero -v. Alfredo Sáenz, El hombre moderno, descripción fenomenológica, Ediciones Gladius, Buenos Aires,1999, Pág. 211-.
 
Y así, nos encontramos en la sociedad moderna, una sociedad que se construye a partir de un nuevo estereotipo de hombre y que se caracteriza por:
 
Nihilismo: Hay una ausencia de valores, proyectos, ideales. Hay una pérdida importante del sentido de la vida.
Hedonismo: el culto al placer, al confort y al bienestar, la búsqueda de una serie de sensaciones cada vez más nuevas y excitantes. Lo importante es pasarla bien a costa de lo que sea, matando los ideales y vaciando el sentido de la realidad.
Materialismo: cierto reconocimiento social por ganar mucho dinero. Es más importante el tener que el ser: vivimos en una sociedad de consumo. La sociedad nos crea necesidades artificiales. La propaganda ejerce una fuerte influencia sobre nosotros. Se discrimina a quien no se encuentra dentro del marco estético requerido o impuesto por esta sociedad de consumo. El consumismo genera una formula postmoderna de libertad.
Permisismo moral: Permisividad significa que uno ya no tiene prohibiciones, ni territorios vedados, ni impedimentos que lo frenen, salvo las coordenadas externas de las leyes cívicas. La permisividad da como consecuencia el nihilismo, ya que el hombre light está vacío, no es capaz de decidir que es exactamente lo que quiere. A su vez se relaciona con el subjetivismo en donde el hombre light busca su beneficio inmediato, con esto llega a la conclusión de que la verdad es lo útil, lo práctico por lo tanto nada es absoluto ni definitivo, todo es relativo, (relativismo). Con estas ideas llegamos de nuevo al subjetivismo, todo es relativo, dependiendo del objetivo y todo está bien dependiendo del ojo con el que se mire. La ética permisiva sustituye a la moral y todo esta permitido.
Relativismo: cae en la absolutización de lo relativo y esto nos conduce al subjetivismo, al predominio del yo. A su vez provoca una crisis de la verdad, donde no existe la misma y todo es opinable y todas las opiniones tienen el mismo valor. Hay una pérdida de confianza en la posibilidad de conocer la verdad. El relativismo desemboca en el escepticismo, para el relativismo, la verdad es algo cambiante, según el escepticismo la verdad es algo inalcanzable para el hombre. Esto junto al nihilismo da lugar a un hombre pesimista, que piensa que lo que diga la mayoría es la verdad.
Y comienzan a surgir entonces en la sociedad, las "nuevas enfermedades", que se admiten en un primer momento con sorpresa y luego como algo inevitable. Por ejemplo, la ruptura de las relaciones interpersonales, nos disgusta la relación con el otro; la ruptura de las relaciones personales, nos molesta nuestra propia persona; la ruptura de la relación con Dios, ya no, un agnosticismo sino un ateismo práctico o la creencia en cosas intrascendentes (supersticiones), el drama de las drogas, la marginación de tantos jóvenes, el paro laboral y la ruptura de la relación con la naturaleza: Ya la naturaleza nos parece ajena y comenzamos a buscar nuestros propios beneficios. Y como diría Lipovetski, estamos en “la era del vacío”.
En este contexto social donde todo es ligero, suave, descafeinado, liviano, aéreo, débil, y todo tiene un bajo contenido “calórico", donde todo esta carece de interés y la esencia de las cosas ya no importa, sólo lo superficial es cálido, surge un nuevo paradigma de Mujer, La mujer moderna. Una Mujer light, descafeinada, cuyo lema es tomarlo todo sin calorías; en ultima instancia, una mujer sin sustancia, sin contenido, entregada al dinero, al poder, al éxito, al gozo ilimitado y sin restricciones.
Una mujer que se unió solamente al marido para gozar. Su vida se desarrolla viajando, practicando deportes, desarrollando una carrera, en la peluquería, etc y todo esto la tienen tan atareada; que ya no tiene tiempo de atender a su hogar, olvidándose de la educación de sus hijos tanto en materia doctrinaria como espiritual.
Si bien no negamos los grandes avances conseguidos en los últimos años: avances científicos, la tecnificación, la revolución informática, de las comunicaciones, los derechos humanos, la democracia, la preocupación por la justicia social, altos niveles de confort y bienestar, igualdad de oportunidades, cultura más accesible, conciencia ecológica pero sí, lo que se critica, es que todos estos avances se produjeron en desmedro de la sociedad moderna y en especial del hombre. (Materialismo, consumismo, hedonismo y permisividad, evolución sin finalidad).
Por lo tanto esta crisis actual tiene como consecuencia inmediata el surgimiento de un nuevo tipo de madre, la madre moderna, y en donde se hace necesario una pronta e impostergable solución: El resurgimiento de la madre educadora.
Este trabajo entonces, tendrá como objetivo determinar si es necesario un resurgimiento de la madre educadora o no y cuales son sus características principales.
 
II. ¿Es necesaria la Madre Educadora?
 
Hoy, más que en otras épocas de la historia, ser “madre moderna” debería significar ser “madre educadora” y no una “Madre light”, es decir una madre que sepa preparar a sus hijos para la vida presente con la sólida formación de sus inteligencias y de sus corazones. Una madre que conoce la época con sus peligros y ventajas, que posee la amplia y certera realidad actual, que dotada de la cultura que es necesaria para los tiempos que corren, sepa afrontar su misión y sus ineludibles deberes, con toda la valentía de la que es capaz. Por eso, podríamos afirmar que la Madre
educadora es una meta muy difícil de lograr pero no imposible. Es una lucha gigantesca, agotadora. Pero nada grande se obtiene aquí abajo sin sacrificio.
Desde el primer día de su maternidad, comienza esta lucha continua, surgen obstáculos por evitar, defectos y vicios por arrancar, instintos desordenador que guiar. Ya la madre se podría decir que no se pertenece porque el nuevo ser reclama de ahora en adelante, todo lo mejor de su libertad, de su tiempo y de su descanso. Pero todo esto no es nada comparado con el amor activo y generoso (gratuito y sin exigir nada a cambio) requerido, con la gran cantidad de tiempo que la madre tendría que “sacrificar” para lograr la formación intelectual y moral de sus hijos.
En otros tiempos, cuando la ciudad era católica -v. Quas Primas de 1928 del Papa Pío XI-, como por ejemplo la Edad media durante el siglo XIII, no era tan necesaria como ahora la Madre que se distinga por su vocación de Educadora, aunque en aquel momento era algo muy común, ya que el ambiente, la cultura de la época, la disciplina hogareña, la concepción de la vida, la escuela, todo cooperaba a la formación de la juventud; en cambio, hoy parece que todo, se conjura para aniquilar a la juventud, para hacerla perecer y condenarse. Por eso hoy es necesario que la madre sepa defenderse de los peligros del mundo y pueda defender a sus hijos, educándolos adecuadamente.
 
III. Dificultad de esta misión de ser educadora
 
La madre experimentará inquietudes, y, en ciertas horas, descorazonamientos, y verterá lágrimas abundantes al comprender que el trabajo ya hecho es todavía nada, en comparación del que resta por hacer.
Y además cuando comienza a mirar a su alrededor, y ver que muchas mujeres han abandonado su misión de educar a sus hijos, que aflojan, porque piensan que tienen una carga muy pesada sobre sus hombros, que están solas sin ayuda, ni guía, vacilantes, desarmadas, vencidas antes de luchar, siendo sus hijos conducidos por el mundo, por los placeres, el dinero, las malas compañías, entonces experimentará un temor saludable,  de perder todo lo que hasta ahora ha logrado y le dará fuerzas para continuar. La madre, entonces al apreciar los peligros que amenazan al ser querido, viendo en torno de él tantos enemigos que le rodean, siente crecer en ella misma una energía de resistencia y reacción para evitar que su hijo se pierda.
Por lo tanto podemos decir que la misión de ser educadora es una tarea ardua, difícil, de lucha constante y más aún en los tiempos que corren, donde una persona para ser santa tiene que realizar virtudes heroicas pero es una misión muy gratificante al ver que nuestra hija muy amada se va convirtiendo de apoco, para ser madre. Y esta misión también es muy difícil de lograr básicamente por:
    Falta de preparación de las futuras madres: Hoy, sobre todo debido a la educación errada que se va dando a la juventud femenina, hace que en un futuro lleguen a formar un hogar con una incapacidad muy grande para la vida de hogar, para su función de madre, para su misión educadora. Y esto se ve muy influenciado por los paradigmas modernos socio-culturales que hacen que las jóvenes pierdan de vista su verdadera finalidad, es decir, que les hace olvidar que algún día van a ser madres y deberán educar a sus hijos, imponiéndoles como valores fundamentales la Juventud, como si siempre van a permanecer siendo jóvenes: el encanto de ser joven, el arte de ser joven, la misión de la joven, etc. Pero como la naturaleza no hace caso a semejante ficción, la joven se convierte en mujer pero en una mujer incompleta, improvisada porque nunca se preocupó por prepararse para ser madre sino para permanecer siendo joven. Por eso es muy necesario que las mujeres de hoy en día comiencen a formar a sus hijas para esta misión de ser madre, todo lo demás debería ser secundario y, siempre ordenado a esa ineludible y sagrada misión de ser madre.
 
 
Falta de cultura: Junto con esta inconciencia en la preparación de las futuras madres, existe también la falta de cultura necesaria en la madre, para formar a su hijo, aun en aquellas mujeres que se han consagrado en los estudios superiores. Es cierto que existen los maestros pero es muy distinto lo que una madre puede enseñar a su hijo, que queda como grabado a fuego en el corazón de su hijo y lo que puede enseñar el maestro.
Por eso podemos agregar entonces que la misión de ser educadora se ve perjudicada no solo por la existencia de madres improvisadas sino de madres incapaces para formar a sus hijos.

    Falta de orientación pedagógica: Salvo en rarísimas ocasiones, la falta de orientación pedagógica de sus hijos, es otra nota de las Madre modernas. Son escasas las madres que poseen un conocimiento psicológico de los niños, una orientación pedagógica definida; las que practican un método de formación; las que saben positivamente qué es lo que hacen con sus hijos, y cómo sesolucionan los problemas que ellos presentan en las diversas edades; y que sepan prevenir con inteligencia las situaciones en que irremisiblemente se encontrarán sus hijos.
    Falta de preocupación por sus hijos: Hay madres despreocupadas que nada hacen por sus hijos, se dedican a perfeccionarse profesionalmente olvidándose de la educación de sus hijos. Son madres egoístas que no quieren dar lo que tienen y dicen: “ que se haga como hice yo”. Esto es una falta clara de amor maternal, madres que tienen un temor infundado de orientar positivamente a sus hijas y de hacer que se preparen perfectamente a la obra para la cual Dios las creó.
 
IV. La función de educar le corresponde a la madre.
 
No insistimos solamente en la necesidad de la educación maternal por ser la madre quien convive más con el hijo, ni tampoco porque es, sencillamente, la madre. Sino que insistimos porque la madre, por ser tal, ha recibido de la naturaleza un conjunto de dones que no se encuentran en otro ser, y que son los que la habilitan para desarrollar una tarea educativa en sus hijos.
Por eso, el primer deber de una madre, es tomar conciencia de estos dones recibidos de Dios y cultivarlos para que cada uno pueda ser instrumento perfecto de su obra. En esta tarea recae el éxito o fracaso de la madre educadora. Quien descubre sus dones y su misión, y se ha preparado por medio de un perfeccionamiento personal, seguramente triunfará; pero quien ha vivido en la inconciencia, en la irreflexión, en la superficialidad, dominada por la frivolidad, será una madre improvisada que malgastará el destino de sus hijos.
Pero para tener éxito no basta solo con reconocer y cultivar los dones gratuitos sino que es necesario: dar un buen ejemplo, buscar la bondad y una religiosidad viva.
1. Dar buen ejemplo: Toda la ciencia y todos los dones que pudieran ponerse al servicio de una sana pedagogía tienen un gran posibilidad de fracasar, si los hijos no ven un ejemplo luminoso y perfecto. Más eficacia tiene en la psicología humana lo que entra por los ojos que lo que entra por los oídos. Debe ser la conducta de los padres un ejemplo para sus hijos, ya que nada se resiste a la fuerza de un buen ejemplo.
Además es imposible obtener buena educación si los hijos ven en sus padres imperfecciones o defectos que a ellos les exigen con firmeza.
2. Buscar la Bondad: Es necesario, por otra parte, que la mira en la educación se coloque en la bondad. Lo que quiere decir es que la imitación de Dios debe constituir nuestra primera ocupación, ya que, Dios es la bondad infinita.  Y ejercitarnos en la bondad constituye para nosotros la condición de nuestra felicidad. Somos felices y contribuimos a la felicidad ajena en la medida de nuestra bondad.
Ser bueno significa respetarse a sí mismo, respetar al prójimo y respetar a Dios.
Entonces llegar a crear la bondad de carácter, es decir que sus hijos sean verdaderamente buenos, debe ser la mayor gloria ambicionada por una madre y por lo tanto no deben rechazarse los esfuerzos requeridos, a fin de que no suceda, que lo vemos como algo bueno, pero no lo edificamos con los propios sacrificios. Es decir queremos el fin pero no ponemos los medios. Nada se ha conseguido mientras no se haya llegado a que los hijos sean verdaderamente buenos.
Como cristianos, debemos realizar en nosotros la imagen de Cristo. Debemos ser “el buen olor de Cristo” y no podremos serlo de otro modo sino reproducimos en nuestra vida aquella bondad que nos hace semejantes a Dios.
3. Una religiosidad viva: A la preocupación por el buen ejemplo positivo, (no solamente en sentido negativo; es decir la inquietud por que los hijos no vean nada malo, sin preocuparse de dar todo lo bueno) y al afán de formar a los hijos en la bondad, debe agregarse la religiosidad viva, fuente de la cual deben surgir las dos condiciones anteriores.
Una religiosidad viva, conciente, ilustrada, triunfalmente vivida e irradiada, es lo que necesita la madre para hacer que la gracia de Dios encuentre en sus hijos, almas preparadas y el ambiente adecuado, para que germine en ellas las virtudes y además pueda dar un buen ejemplo y alcanzar la bondad.
 
V. Conclusión: La necesidad de Madres Educadoras
 
En resumen podríamos afirmar entonces, la necesidad de las madres educadoras, personas debidamente formadas con vocación de madres, de gran cultura para hacer de sus hijas, mujeres perfectas y con el anhelo de brindarle toda su ciencia y experiencia para que se preparen a la augusta misión de la maternidad.
 
Por lo tanto en este contexto sociocultural de la mujer moderna, donde la sociedad se caracteriza por el Nihilismo, hedonismo, materialismo, permisismo moral, y el relativismo es necesario la existencia de madres educadoras, heroicas, forjadoras de hogares, que estén dispuestas a entregar a la sociedad seres que tengan una personalidad definida, y firmemente orientada al bien. Una madre que este dispuesta a sacrificar su formación profesional e incluso su propio interés en favor de la formación de su hijo.
Y su misión de ser madre educadora tendrá su fin recién, cuando la madre llegue a obtener que sus hijos respondan a su ideal cristiano, es decir, si es capaz de hacer de ellos cristianos nutridos de la doctrina del Evangelio, único código social que preserva de los desfallecimientos; si es capaz de hacerlos hombres de buena voluntad, en quienes la ley de Dios sea la fuente de inspiración y la regla de conducta, entonces, al acordarse de los sacrificios, realizados, de las lagrimas vertidas, de los días penosos, pero también de las alegrías incomparables que le ha proporcionado su victoria, podrá mirar tranquila su ancianidad y dedicarse a su propio desarrollo personal.


Mag. Leandro Bressi
 

Recomendación

Recomendamos vivamente la página del Padre Federico, sobre las Misiones Ad Gentes.
A continuación copiamos la presentación de la misma. Al final se encuentra el link para que puedan conocer, aprovechar y difundir este gran apostolado.

"Como enseña la Iglesia, hay tres tipos de apostolado: la Misión Ad Gentes, la Nueva Evangelización y la Atención Pastoral de los fieles. La Misión Ad Gentes es la Misión que busca la evangelización de todas aquellas personas que aun no recibieron el anuncio de la Fe.
Aclaremos que a las personas de naciones de tradición cristiana que posteriormente rechazaron la Fe, se dirige la llamada “Nueva Evangelización”, pero no la Misión Ad Gentes-.
¿Y cómo se llama la atención espiritual dirigida a los fieles? Esa es la “Atención Pastoral de los fieles”.
Ahora bien, este blog tiene por objeto específico la Misión Ad Gentes. Buscamos, desde esta arena virtual, promover todo esfuerzo orientado a la evangelización de quienes aun no tuvieron la gracia de escuchar la sagrada predicación de la Fe católica y recibir las aguas del Santo Bautismo.
Desde este espacio, queremos ayudar a quienes aun ignoran al único Salvador de toda la Humanidad, nuestro Señor Jesucristo, el único que tiene palabras de Vida Eterna. No nos olvidemos que, como enseñaba S.S. Pío XI, en su Encíclica Rerum Ecclesiae: “nadie debe ser tenido por tan pobre y desnudo, nadie por tan débil, hambriento y sediento, como el que carece del conocimiento y de la gracia de Dios”[1].
“Mar adentro” se llama nuestro blog, el único blog que existe (hasta donde sabemos) dedicado solo a la Misión Ad Gentes. “¡Mar adentro!” es la mayor poesía[2], es el grito de Cristo que nos convoca a dejarlo todo por Él y a vivir el mandato misionero: «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo » (Mt XXVIII, 19).
En este blog nos proponemos presentar las Misiones Ad Gentes, en sus diversas áreas: Actualidad misionera, Historia de las Misiones, Magisterio Misionero, Hagiografía Misionera, Espiritualidad Misionera, etc. También tenemos una sección atendida por Sacerdotes, dedicados a responder las consultas de quienes están pensando en la vocación misionera.
Durante un tiempo, la mayoría de nuestras “entradas” tendrán por objeto ir presentando los diversos aspectos de la Vida Misionera a la luz del Magisterio de la Iglesia y las enseñanzas y ejemplos de los Misioneros Santos.Terminemos, recordando el llamamiento de S.S. Francisco a llevar la Palabra de Dios «a las “periferias”, especialmente a aquellas que aún no han tenido la oportunidad de conocer a Cristo»[3].
Encomendamos esta apostólica iniciativa a la Virgen de Luján, Madre de Dios y Madre nuestra."
Para conocer más, tengan a bien ingresar al siguiente link:

Las familias numerosas

 
 

"Dondequiera que se encuentren familias numerosas, estas dan señal de:

1. La salud física y moral de un pueblo cristiano.
2. De una fe viva en Dios y de confianza en Su
Providencia.
3. De la feliz y provechosa santidad del matrimonio católico."

S.S. Pío XII, alocución Tra le visite, enero 1958



“Las familias sanas son esenciales para la vida de la sociedad. Da consolación y esperanza ver tantas familias numerosas que acogen los hijos como un verdadero regalo de Dios”. 
 S.S. Francisco


 

El título de nobleza más grande

"Este es el título de nobleza más grande de la mujer, y en realidad el más grande del mundo, creado por Dios mismo: la Maternidad. A Dios mismo se le antojó tener madre."
Leonardo Castellani, Domingueras Prédicas, p. 135

Custodio de la Sagrada Familia

 
Santa Teresa repetía: "Parece que Jesucristo quiere demostrar que así como San José lo trató tan sumamente bien a El en esta tierra, El le concede ahora en el cielo todo lo que le pida para nosotros. Pido a todos que hagan la prueba y se darán cuenta de cuán ventajoso es ser devotos de este santo Patriarca".

San José, custodio de la Sagrada Familia,
ruega por nosotros

El gran consejo de San Juan Crisóstomo a los padres católicos

¿Queréis que el niño obedezca?
 
Enseñadle a obedecer en el Señor y, sobre todo, instruídle en la doctrina cristiana, porque por ella aprenderá a honrar a su padre y a su madre.
 
Educadles, pues en la disciplina y en la enseñanza del Señor (Efesios 6,4), pero dándoles ejemplo e instruyéndoles en las letras sagradas desde su más tierna edad.
 
San Juan Crisóstomo, en su Homilía 20 sobre la Epístola a los Efesios.

Entrevista a padres de familia numerosa

Entrevista a matrimonio católico, padres de familia numerosa. Tienen 15 hijos y desbordan de alegría.
 

Madre admirable

 
 
 
El Siervo de Dios Mons. Fulton Sheen dijo acerca de la Virgen María:

"Ella es a quien ama cada hombre cuando ama a una mujer. Ella es lo que cada mujer quiere ser cuando se vea a sí misma. Ella es la mujer ideal con quien se casa cada hombre al tomar una esposa; ella es el deseo secreto que tiene cada mujer de ser honrada y cuidada, ella es la manera en que cada mujer exige respeto y amor por la belleza de su bondad, de su cuerpo y de su alma".

Restauremos el rezo del Santo Rosario en familia

“En el nombre de Nuestro Señor os lo suplicamos, queridos recién casados: empeñaos por conservar intacta esta bella tradición de la familias cristianas, la oración de la noche en común, que recoge al fin de cada día, para implorar la bendición de Dios y honrar a la Virgen Inmaculada con el rosario de sus alabanzas, a todos los que van a dormir bajo el mismo techo. Vosotros dos, y después, cuando hayan aprendido de vosotros a unir sus manecitas, los pequeños que la Providencia os haya confiado, y también, si para ayudaros en vuestras labores domésticas os los ha puesto el Señor a vuestro lado, los criados y colaboradores vuestros, que también son vuestros hermanos en Cristo y tienen necesidad de Dios”.
 
S.S. Pío XII, alocución del 12 de febrero de 1941.
 
 

Modelo de las almas


El esposo debe tomar ejemplo de San José


“Tomad ejemplo de San José. Él contemplaba frente a sí a la Santísima Virgen, mejor, más alta y más excelsa que él mismo; un respeto soberano le hacía venerar en ella a la Reina de los ángeles y de los hombres, a la Madre de Dios. Sin embargo, él permanecía y continuaba en su puesto de jefe de la Sagrada Familia, sin faltar a ninguna de las altas obligaciones que le imponía semejante título”.
 
S.S. Pío XII, alocución del 10 de septiembre de 1941.

Nuestro Lema

"Más vidas, más almas para Dios"

Lema de la Cruzada de la Sagrada Familia


La vida humana es sagrada, y por lo tanto inviolable e intangible. Toda persona desde la concepción hasta su muerte natural es sujeto de derecho.

La esposa es el sol de la familia

 
 
 
 
 
"La esposa viene a ser como el sol que ilumina a la familia. Oíd lo que de ella dice la sagrada Escritura: Mujer hermosa deleita al marido, mujer modesta duplica su encanto. El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Sí, la esposa y la madre es el sol de la familia. Es el sol con su generosidad y abnegación, con su constante prontitud, con su delicadeza vigilante y previsora en todo cuanto puede alegrar la... vida a su marido y a sus hijos. Ella difunde en torno a sí luz y calor; y, si suele decirse de un matrimonio que es feliz cuando cada uno de los cónyuges, al contraerlo, se consagra a hacer feliz, no a sí mismo, sino al otro, este noble sentimiento e intención, aunque les obligue a ambos, es sin embargo virtud principal de la mujer, que le nace con las palpitaciones de madre y con la madurez del corazón; madurez que, si recibe amarguras, no quiere dar sino alegrías; si recibe humillaciones, no quiere devolver sino dignidad y respeto, semejante al sol que, con sus albores, alegra la nebulosa mañana y dora las nubes con los rayos de su ocaso.
La esposa es el sol de la familia con la claridad de su mirada y con el fuego de su palabra; mirada y palabra que penetran dulcemente en el alma, la vencen y enternecen y alzan fuera del tumulto de las pasiones, arrastrando al hombre a la alegría del bien y de la convivencia familiar, después de una larga jornada de continuado y muchas veces fatigoso trabajo en la oficina o en el campo o en las exigentes actividades del comercio y de la industria.
La esposa es el sol de la familia con su ingenua naturaleza, con su digna sencillez y con su majestad cristiana y honesta, así en el recogimiento y en la rectitud del espíritu como en la sutil armonía de su porte y de su vestir, de su adorno y de su continente, reservado y a la par afectuoso. Sentimientos delicados, graciosos gestos del rostro, ingenuos silencios y sonrisas, una condescendiente señal de cabeza, le dan la gracia de una flor selecta y sin embargo sencilla que abre su corola para recibir y reflejar los colores del sol.
¡Oh, si supieseis cuán profundos sentimientos de amor y de gratitud suscita e imprime en el corazón del padre de familia y de los hijos semejante imagen de esposa y de madre!"
 
S.S.Pío XII, alocución del 11 de marzo de 1942